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Audio Stop 202

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A naked man with ghostly white skin sits upright in a canopied bed set in a narrow room in this tall, vertical painting. Wearing a black cap, he looks to our left in profile toward a skeleton who comes through a door along the left edge of the composition. The man gestures at the skeleton with one hand and, with the other, toward a bag of money held up by a small demon next to the bed to our left. The skeleton wears a white shroud and holds an arrow. A winged angel kneels next to the man in the bed, one hand on the man’s shoulder and the other lifted to gesture at a crucifix hanging in the window over the door. A small devil on the canopy above looks down onto the bed. At the foot of the bed, a man wearing a green robe and headdress drops coins into a sack held by another demon. Three more demons crawl about and hide under the chest. Pieces of armor and weapons lie on the ground to the right in front of a stone ledge in the foreground. Two pieces of clothing drape over the ledge to our left.

Hieronymus Bosch

Death and the Miser, c. 1485/1490

West Building, Main Floor — Gallery 41

El cineasta Jem Cohen y la directora de la National Gallery of Art, Kaywin Feldman, analizan la intriga y la naturaleza atemporal de la impactante pintura de El Bosco.

Transcripción de audio

NARRADOR:
Esta perturbadora escena de Hieronymous Bosch ("el Bosco") nos presenta un clásico cuento admonitorio. Kaywin Feldman, director de la National Gallery of Art.

KAYWIN FELDMAN:
En esta historia vemos a la Muerte aproximándose al avaro. Casi la veo que curiosea desde la puerta entreabierta, como una especie de servicio macabro a la habitación, y le recuerda al avaro que su hora ha llegado. Los pequeños demonios le ofrecen bolsas de dinero mientras el ángel eleva los ojos al crucifijo y alienta al avaro a pensar en Dios y abandonar su conducta de pecado.  

NARRADOR:
La figura de verde representa al avaro en una etapa anterior de su vida. Con voracidad cuenta monedas de oro mientras una rata cerca de él se aferra a un documento de préstamo de dinero.

Cineasta Jem Cohen:

JEM COHEN:
Lo que en el cine sería una escena en retrospectiva, en un cuadro puede ser una escena en simultáneo: un momento diferente de la misma historia ubicado en otra parte de la imagen de manera que el espectador corta de una a otra. Aquí, el demonio ya está dentro del baúl y toma posesión de eso que no pueden poseer, o no durante mucho tiempo, los seres humanos mortales: la riqueza. Este cuadro sobre "lo que no te puedes llevar contigo" de una época diferente que sigue siendo extremadamente pertinente en la actualidad. Hoy en día esos sacos podrían estar llenos de acciones y bonos o criptomonedas, pero la codicia y el acaparamiento son muy atemporales.  

NARRADOR:
Los monstruos distintivos del Bosco están por todas partes: son increíblemente inventivos.

JEM COHEN:
El demonio bajo la cortina se ve exactamente como la Criatura del lago Negro, un testamento a la resonancia del Bosco en la cultura popular.

KAYWIN FELDMAN:
Hay un ángel sentado detrás del avaro con una mano sobre su hombro. Señala hacia la ventana donde hay un crucifijo y una luz que desciende. Este es un momento para que el avaro reconsidere su comportamiento y se enmiende.

NARRADOR:
Hay mucho que aún no sabemos sobre la pintura del Bosco. Puede haber sido parte de un retablo que presentara una narrativa más completa de la lucha entre el bien y el mal, pero nos quedan muchas preguntas sin responder. La captura de imágenes infrarrojas reveló que el Bosco tampoco estaba seguro de cómo terminaría esta historia.

KAYWIN FELDMAN:
Originalmente, el Bosco había pintado al avaro aferrándose a la bolsa de monedas que el pequeño monstruo le ofrece, y en la otra mano tenía algunos cálices de plata. En la versión final se puede ver que el artista cambió de idea. Por eso no estamos del todo seguros de qué dirección va a tomar el avaro.

Lo que es atemporal sobre el Bosco, es que sostiene un espejo en alto y nos muestra cómo se ve la humanidad.  Y algo a su favor es que ese espejo es tan pertinente, extraño y penetrante hoy como lo era hace 500 años, cuando pintó la obra.  
 

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