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Audio Stop 11

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A group of three men, two children, and one woman gather in an empty, dusky rose-pink landscape under a blue, cloudy sky in this nearly square painting. Most of the people have muted, peachy skin, and the woman and the youngest boy have cream-white skin. The woman sits on the ground to our right, apart from the rest of the men and children. She wears a coral-red skirt, a beige shawl, and straw hat, and she looks into the distance to our right. The others stand in a loose semi-circle on the left half of the composition. A man wearing a multicolored, diamond-patterned costume stands with his back to us to the left. He looks to our right in profile and holds the hand of a little girl who also stands with her back to us. She wears a pink dress and white stockings, and her right hand rests on the tall handle of a white basket. A portly man wearing a scarlet-red jester’s costume and pointed hat stands opposite this pair, facing us to our right. Next to him to our right a young man wears a tan-colored leotard with a black bottom. He holds a barrel over his right shoulder and looks over to our right. The sixth person is the youngest boy, who wears a baggy blue and red outfit, and he looks toward the woman. The eyes of all the figures are deeply shadowed.

Pablo Picasso

Family of Saltimbanques, 1905

East Building, Mezzanine — Gallery 217-C

Familia de saltimbanquis es la pintura más importante que Pablo Picasso creó en sus primeros años de carrera. Para él, estos saltimbanquis deambulantes (acróbatas, bailarines y bufones) representaban la melancolía de la abandonada clase de artistas marginales, una suerte de familia extendida con la que se identificaba. Como ellos, el español Picasso pasó penurias durante sus primeros años en París, mientras luchaba por ser reconocido. El arlequín melancólico —con el traje con rombos en el extremo izquierdo— lleva el rostro oscuro e intenso del propio joven artista.

Transcripción de audio

NARRATOR:

Desde finales de 1904 hasta principios de 1906, Pablo Picasso pintó un tema recurrente: el saltimbanqui, un malabarista o acróbata de circo itinerante. Harry Cooper, curador y director de arte moderno, nos cuenta que Picasso se identificaba tanto con este tema que se puso a sí mismo en el cuadro.

HARRY COOPER:

Eso es un autorretrato, a la izquierda, el joven alto parado allí. Muchos artistas de vanguardia se identificaban con grupos como estos: miembros marginales de la sociedad que se dedicaban a vagar por las afueras de París, por el interior, que se encontraba en pleno desarrollo a medida que la ciudad se expandía, por lo que el paisaje mismo refleja su falta de pertenencia.

NARRATOR:

El título sugiere que el grupo de artistas es una familia. Sin embargo, la desconexión entre ellos es llamativa.

HARRY COOPER:

Los ojos están muy sombreados. Podrían estar mirando a un lado o a otro. Ninguno de los personajes es muy expresivo, pero creo que el relato se basa en los gestos que apenas vinculan un cuerpo a otro. Las manos y los pies son casi más importantes que las formas tradicionales de contar una historia.

NARRATOR:

Picasso volvió a trabajar en este lienzo varias veces añadiendo figuras y alterando la composición. Su estilo pictórico varía notablemente en diferentes sectores de la pintura.

HARRY COOPER:

El fondo, en especial el cielo, es la parte más expresiva y más abstracta de la pintura. Está pintado de manera muy ligera, al menos en la última capa. Hay otros pasajes donde la pintura es muy espesa, donde claramente se ha vuelto a trabajar. No hay un estilo coherente y unificado en la pintura, lo cual es una de las características que la hace tan interesante y radical.

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